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Revolución sobre ruedas
Autores:
Egoitz Antolín
Julia Castillo
Naia Castro
Andrea de Campos
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Iraia Escobar patinando
Fuente: Iraia Escobar
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Los skateparks son lugares donde los patinadores, tanto novatos como principiantes, se reúnen para practicar trucos, compartir momentos y pasar un buen rato. Pero, ¿qué hay de ellas? El skate es una actividad, como muchas otras, que se relacionaba directamente con los hombres y en la que las mujeres han permanecido invisibles durante décadas. Pero el momento del cambio ha llegado.
Vídeo: Introducción al reportaje. Fuente: elaboración propia
Historia del skate
A nivel internacional, el skateboarding existe desde la década de 1940, cuando en California los surfistas se dieron cuenta de que cuando el tiempo no acompañaba no podían practicar su deporte favorito y comenzaron a crear sus primeras tablas para no perder la práctica, lo veían como practicar surf en la calle.
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En los 60 se comenzaron a fabricar en California tablas de skate de manera más profesional, y en los 70 se desarrollaron mejoras técnicas para fabricar este tipo de monopatines con nuevos tipos de ruedas, mejoras en los ejes, etc. A partir de ahí, se popularizó el skate por toda California. Pero no fue hasta 1976 cuando se crearon los primeros skateparks del mundo: Port Orange (Florida) y San Diego (California). A partir de ese momento, se comenzaron a construir por todo Estados Unidos.
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En la década de los 80 y los 90 se crearon asociaciones dirigidas por los propios skaters y comenzaron a crear y a desarrollar productos específicos para patinar. En los 2000 se convirtió en uno de los deportes más populares en EEUU, y llegó al nivel del béisbol y del fútbol americano. Comenzaron a crearse escuelas por todo el país americano y se comenzó a ver el skate como un deporte saludable y positivo para la sociedad, ya que incluye motivos de reunión y respeto entre los jóvenes. Con el tiempo se ha extendido por todo el globo terrestre.
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En España, fue durante los años 70 cuando el mundo del monopatín empezó a coger valor entre las mentes de los jóvenes de la época. Desde California, su lugar natal, el skate había viajado hasta los hogares de miles de jóvenes del País Vasco, Madrid y Barcelona. La marca vasca Sancheski fue la primera dedicada al skate, y todos los jóvenes de los 80 la recuerdan como la marca estrella de la época. El primer skatepark en España fue el “Arenys de Munt” (Barcelona), inaugurado el 7 de julio de 1979. El skatepark se convirtió en un lugar de culto en toda España, pues era el único hasta el momento y viajaba gente de todos los rincones del país solo para patinar.
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Vídeo de Vice España: El primer skatepark de España
Sutori: línea del tiempo del skate.
Fuente: elaboración propia
Genially: Skateparks en el País Vasco. Fuente: elaboración propia
Sin embargo, toda esta pasión por el skate que se desencadenó en España, tuvo su nacimiento en el País Vasco. Así como en Estados Unidos habían sido los surfistas de California los pioneros, en España fueron los surfistas vascos los que empezaron a desarrollar sus propias tablas y técnicas. Los primeros pasos se dieron en Algorta (Getxo) y La Kantera Skatepark fue la primera pista construida en Euskadi, hoy en día una de las más antiguas de Europa. A raíz de la construcción de los skateparks, el skate se hizo más conocido. No se consideraba un deporte, pero la gente lo practicaba cada vez más.
Hoy en día en Euskadi se sigue con la práctica del skate. El skatepark más destacable actualmente es UK Skatepark, ubicado en Berango desde febrero de 2014. Su dueño y director Nicolás Fuertes, cuenta cómo empezó el proyecto de crear la pista: “Estaba cansado de mi trabajo y decidí dedicarme a lo que me había gustado toda la vida, patinar.” Estuvo 6 meses construyéndolo en un pabellón que poseía, con sus propias manos, y a partir de entonces arrancó UK, hasta ser a día de hoy una de las pistas más importantes de Euskadi. Otra de las referencias son Malen Skate Kluba, Guretxoko Skatepark y UFO Skatepark.
Desde sus inicios en España, siempre ha habido mujeres que han querido hacerse un hueco en el mundo del skate, sin embargo, no era lo que abundaba. Unas de las pocas que lo intentaron fueron Ángels Borrell y Mercedes Regino. Borrell fue una de las primeras mujeres skaters en España y para ella no fue fácil adentrarse en un “mundo” dominado por los hombres. Consiguió ganar diversos campeonatos y convertirse una referente para las más jóvenes de hoy en día.
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No obstante, y tras mucho esfuerzo de las generaciones pasadas, se puede apreciar que el número de chicas que practican skate y compiten no es igual al de chicos. Aunque sí es cierto que en los últimos dos años ha habido un boom en el mundo del monopatín y como consecuencia, más chicas se han fijado en el patinaje. Lucía Carnaval Manso, Gerente de la Federación Vasca de Patinaje, indicó que la temporada 2019-2020 ha sido la primera vez que se han federado mujeres en esta organización.
En los skateparks pasa lo mismo. En general, en todos se ven más chicos que chicas. Adrián Martínez, director de SB Skate Eskola (Vitoria-Gasteiz), explica que actualmente tienen un 30% de chicas frente al 70% de chicos que acuden a patinar. Aunque se está dando un incremento en el número de mujeres skaters que van a practicar esta modalidad.
Iraia Escobar patinando en el Skatepark de Ordizia. Fuente: Iraia Escobar
Desigualdades en el skate
Como muchos deportes, el skate no se libra de la discriminación por género. Muchas veces se ha visto en competiciones que el premio para chicas y chicos distaba mucho de ser igual, y en muchas ocasiones mientras para los chicos había premio en metálico para las chicas solamente había bolsa de productos.
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Esto refleja las desigualdades que, como en la sociedad, están presentes en el skate. Naima Alejandra Arana, aficionada al patín, comenta que al principio muchos chicos le “bajaban la moral”. Explica que debido a eso le costó mucho más aprender: “Todos los trucos me han costado mucho más que a otros, nunca nadie se acercó a decirme qué hacía mal”. Hondureña de nacimiento, explica que en su país no había apoyo a las mujeres cuando ella empezó y que ella misma gestionó una serie de eventos llamados “Girls On Wheels” para realizar competiciones solo de chicas. “Pienso que si no lo hacemos, nadie lo hará por nosotras”, sentencia.
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Para la hondureña, el skate es un deporte de hombres en el que las mujeres están empoderándose. Asegura que tienen más “dificultades” para avanzar dado que lidian con factores contra los que los chicos no tienen que hacerlo, como la discriminación en los deportes extremos por el hecho de ser mujer.
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El director de UK Skatepark, lo achaca a que es un deporte duro y lesivo y a la mayoría de las chicas no les llama la atención. Esto se debe a una cuestión educacional. En los catálogos de juguetes se ve perfectamente: la sección de chicas es entera rosa, delicada, muy “femenina”; mientras que la sección de juguetes de chico es todo azul; guerreros, coches, riesgo, etc.
Son micromachismos que hacen que a una determinada edad las chicas opten por deportes más “bellos” como la danza o la gimnasia rítmica; y no se fijen en deportes “duros” como el skate o deportes de riesgo. Es un problema educacional, por lo que la comunidad de skaters defiende que el skate no trata de discriminar, es una forma de vida que tiene como base el respeto, sin hacer distinción entre hombres ni mujeres.
Por eso ahora, que se están rompiendo ciertos estigmas, techos de cristal y brechas de género, es cuando más mujeres se están sumando al mundo del monopatín. El director de UK Skatepark añade, “en mi generación, éramos 40 y sólo patinaban dos chicas, sin embargo ahora se ven muchas más”. Como comenta Juan Pablo Relloso, co-socio de la tienda Fuck Skateboarding, la brecha de género disminuye. “Había machismo pero, por suerte, se van rompiendo los tabúes con el tiempo y vamos avanzando”, añade.
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Hoy en día estas desigualdades son menos visibles, como deja claro Iraia Escobar, una de las dos únicas federadas en la categoría del skate según la Federación Vasca de Patinaje. “Las cosas están cambiando, cuando empecé no había tantas chicas, ahora se ven muchas. Se nos ha llegado a valorar”, comenta Escobar. Declara que en las competiciones “están viendo” que el nivel femenino ha subido, y que están “apostando” por ello.
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Las grandes marcas también apuestan por las mujeres y es que el skate femenino se está convirtiendo en una modalidad que mueve mucho dinero. A la hora de ser profesionales hay “igualdad de condiciones”, según la federada. Las mujeres en ese aspecto tienen más facilidades, puesto que el número de chicas es menor, y “en el momento en el que en las competiciones ven a una chica llama la atención, y destaca más”, matiza.
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Relloso añade su opinión sobre por qué hay más chicas jóvenes en el skate: “Yo creo que es porque se están rompiendo más barreras sociales a favor de la integración y de las mujeres”. Sostiene que todo influye y que además hay un “boom” en Estados Unidos y en otras partes del mundo por la influencia de las redes sociales de mujeres que patinan, por lo que tiene más audiencia.
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Aun así, en el ámbito del skate hay diferentes opiniones sobre la desigualdad. “Todos nos respetamos, seas chico o chica”, declara el fundador de UK Skatepark. Mantiene que en su escuela no hay desigualdad, puesto que de los casi 350 alumnos que tiene el 35-40% son chicas, e incluso en la modalidad de surf skate ese porcentaje sube hasta el 75%.
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Sin embargo, esto cambia a la hora de la edad. Fuertes sostiene que, no saben por qué, pero la mayoría de chicas al llegar a los 14 o 16 años dejan el skate. Para esto tiene una explicación el Ayuntamiento de Sopela. Pilar Grados, Coordinadora del Área de Empleo y Promoción Económica de este ayuntamiento, explica que las mismas chicas les dicen que, como con muchos otros deportes, se inhiben. Sostiene que “puede que al tener que hacer un movimiento un poco más arriesgado tienen un poco de apuro o vergüenza”. “Los chicos tienen más habilidad porque se les ha educado de otra manera, con más seguridad y más oportunidades”, insiste Grados.
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Este Ayuntamiento se posicionó el año pasado a favor del feminismo en los deportes de deslizamiento con el apoyo a la iniciativa de las chicas de Roll It Girl, una comunidad de chicas skaters. La sección de Pilar Grados buscaba empoderar a las niñas desde pequeñas, no solo en los deportes de deslizamiento, sino también en poder emprender. “Los hombres tienen más posibilidades de hacer de su deporte su proyecto vital y profesional. ¿Y por qué no pasa eso con las mujeres?”, demanda la trabajadora pública. Ahí es cuando el ayuntamiento vio que tenían que empezar desde la base, y eligieron el skate como primer proyecto en el que inculcar “el hecho de que tú puedes hacer aquello que te gusta y de ello hacer tu modo de vida”, en palabras de Grados.
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“A una chica sola igual le da más corte, pero si creamos una comunidad y empezamos a trabajar desde pequeñitas se van a ver apoyadas”, razona la coordinadora. Su objetivo al colaborar con Roll It Girl es crear un contexto adecuado en el que las chicas trabajen conjuntamente, pero también que la comunidad y sobre todo los chicos vean que las mujeres tienen los mismos derechos y las mismas capacidades, si son educadas igual desde el principio.
Fuente: @rollitgirl
Fuente: @rollitgirl
Fuente: @rollitgirl
Fuente: @rollitgirl
"Se están rompiendo más barreras sociales a favor de la integración
y de las mujeres"
"Se debe a una cuestión educacional"
Naima Alejandra Arana haciendo trucos. Fuente: Naima Alejandra Arana
Iraia Escobar patinando ante el público masculino. Fuente: Iraia Escobar
Skate en competición
A nivel de competición el skate en el País Vasco es un concepto relativamente novedoso. El territorio cuenta con la Federación Vasca de Patinaje que tiene como objetivo fomentar esta y otras disciplinas en un ámbito de competición, organizando campeonatos tanto para escolares como para personas federadas. En julio de este mismo año, la Federación, junto a Basque Team, puso en marcha un proyecto de rendimiento de skateboard. Este "Team" es una fundación que desde 2007 dota de recursos a los deportistas vascos y vascas no profesionales, para facilitar su participación en las más altas competiciones internacionales.
El proyecto está compuesto por los y las jóvenes skaters Ian Ponciano, Alain Kortabitarte, Iraia Escobar y Naia Laso, jóvenes talentos con un futuro prometedor en este deporte. El objetivo del proyecto es buscar el rendimiento de estos deportistas trabajando con ellos para que tengan la potencialidad de ser olímpicos en las próximas citas, ya que esta disciplina entrará por primera vez en las olimpiadas el próximo año. Para ello, los patinadores cuentan con entrenadores que comparten el día de los deportistas que forman parte de dicho proyecto, mediante un seguimiento integral.
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Iraia Escobar es una de las jóvenes skaters que forman parte del proyecto. Comenzó a practicar esta disciplina con tan solo 13 años gracias a sus padres que decidieron comprarle un longboard de la marca Sancheski. Empezó subiendo y bajando rampas en el skatepark de su pueblo junto a una amiga y gracias a otros patinadores mejoró sus habilidades como skater. “En aquella época el skate se veía como un deporte de calle y de gente jóven, y no estaba tan profesionalizado como ahora que podemos encontrar escuelas y clubes”, afirma Iraia.
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El movimiento del skateboarding ha ido creciendo a lo largo de los años. “Antes aprendías en la calle, fijándote y preguntando, ahora en las escuelas tienen un profesor que primero les quita el miedo y les obliga a poner protecciones, que es importante”. El skate en pocas ocasiones ha sido considerado un deporte. No obstante, gracias al crecimiento de las escuelas, clubes y federaciones, el número de competiciones oficiales nacionales e internacionales ha aumentado.
En Euskadi, en la Federación Vasca de Patinaje esta modalidad no ha tenido actividad hasta el año 2019 donde se llegaron a organizar varias competiciones por todo el territorio. Iraia Escobar fue partícipe de tres de las competiciones que se realizaron y obtuvo muy buenos resultados. En cuanto al número de mujeres en las competiciones, Iraia Escobar admite que suele haber más hombres que mujeres pero que las cosas están cambiando y que a día de hoy hay un mayor número de mujeres. “Antes solo había premios en metálico para hombres, ahora también los hay para mujeres y suelen ser proporcionales”, añade Iraia. Tiene claro que se las visibiliza cada vez más y que a nivel internacional las grandes marcas también apuestan por ellas. “Esta guay entrar a las tiendas de Vans, que es una marca conocida, y ver chicas muy buenas patinando en vez de ver chicos”, comenta la patinadora.
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Actualmente, y desde hace dos años, la marca Cruzade Skateboards, apuesta por la skater guipuzcoana para patrocinarla, al igual que la fundación Basque Team. Gracias a ellos, Iraia afirma entrenar con un entrenador personal con el que dice aprender muchos trucos y siente que mejora. “Ahora mismo quiero aprender a patinar y sé que tengo una oportunidad de oro”, asegura Iraia, “no sé si iré a las olimpiadas, lo que sí sé es que quiero aprender y voy a aprovechar esta oportunidad”.
Los cuatro federados del Basque Team. Fuente: Basque Team
Vídeo de Iraia Escobar X Cruzade Skateboards. Fuente: Iraia Escobar
Roll It Girl
Cada vez aumentan más las iniciativas llevadas a cabo por mujeres para incrementar su presencia en distintos ámbitos. Empoderar a la mujer en el monopatinaje es uno de los objetivos de Roll It Girl, la primera comunidad femenina de skate en el País Vasco. Una de sus impulsoras, Gabriela Imbert, explica cómo comenzó todo: “La idea surgió hace dos años, entre varias amigas que patinaban, surfeaban y hacían skate”. Empezaron siendo 10 chicas, las cuales hicieron una quedada haciendo una llamada abierta a todas aquellas jóvenes que siempre habían querido probar esta actividad.
La comunidad ha crecido exponencialmente durante estos años, desde el primer año con 100 chicas en Vizcaya hasta llegar a 300 por toda España. Imbert recuerda con alegría su primer evento: “Fue en UK Skatepark en enero del 2019, lo mezclamos con competiciones y talleres de customización. Fue una pasada, vinieron muchísimas chicas de distintas generaciones de todo el País Vasco”.
Al principio la cantidad de hombres y la falta de mujeres en las pistas de skate les hizo darse cuenta de la importancia de la participación por parte de ellas. “Cuando vas a un skatepark y solo ves hombres, de alguna manera te echa para atrás porque no tienes ninguna chica a la que puedas idolatrar”, explica la patinadora. Generar un espacio seguro y de apoyo en el que todas las chicas puedan aprender unas de otras teniendo más seguridad al subirse a una tabla, fue uno de sus principales objetivos.
La participación de mujeres en este ámbito ha crecido rápidamente en estos últimos años. Las redes sociales son eco de ello gracias al incremento de la presencia femenina en plataformas como Instagram o Youtube. Vídeos que se han consumido durante la cuarentena y que han servido de modo inspiracional y motivacional para muchas jóvenes.
Por otro lado, el coronavirus y el confinamiento han sido circunstancias que han ralentizado principalmente la planificación de quedadas. También, han tenido que posponer inauguraciones en las ciudades de Madrid y Barcelona y cancelar viajes planeados. Sin embargo, Gabriela Imbert saca el lado positivo: “Nos ha ayudado de alguna manera a sentar las bases del proyecto y profesionalizarlo un poco más. Además, hemos aumentado nuestra presencia a nivel online donde muchas chicas consumen todo nuestro contenido”.
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La diferencia entre hombres y mujeres en el mundo del skateboarding es visible. A pesar de haber un crecimiento participativo por parte de la población femenina, no se ve reflejado en las competiciones profesionales. Se necesita un número mayor de chicas que practiquen el monopatinaje ya que todavía no existe una cantidad igualitaria entre hombres y mujeres, lo que limita las posibilidades en los premios de los eventos.
“La brecha de género existe desde que somos pequeñas”, considera una de las componentes de la asociación Nerea Fernández-Cuesta, “inconscientemente a nosotras se nos ha dicho que el skate es un deporte peligroso, que tengamos cuidado, mientras que a los chicos se les animaba con: experimenta, haz lo que quieras…”. Por lo que se clasifica a los niños en unos deportes u otros según el género. “Cuando llegas a la adolescencia es difícil cumplir con esos deseos que tenías de niña si tu entorno no lo practica”, especifica Fernández-Cuesta.
El papel de Roll It Girl ha ganado importancia y visibilidad en este ámbito, sus eventos mensuales, llamados “Skate Nights”, llegan a reunir hasta 80 chicas en los diferentes skateparks de las ciudades a las que viajan. Así mismo, ponen a su disposición todos los materiales necesarios para aquellas jóvenes que no disponen de los medios. Imbert recalca que la finalidad es crear un espacio seguro solo cerrado a mujeres al que acudan chicas de todas las edades y todos los niveles.
A los eventos le añaden los “road trip” por muchas partes de España. Viajes en furgoneta que comenzaron siendo 7 y a los que se unieron varias chicas a lo largo del camino. Gracias a estas marchas han sacado una línea de viajes y han generado nuevas experiencias en distintos sitios para surfear y/o patinar y así conocer chicas nuevas que tengan los mismos intereses. La comunidad es uno de los mayores impulsores de mujeres en el skateboarding. “Recibimos constantemente mensajes de chicas que han encontrado nuestro perfil y nos cuentan que hace dos días habían empezado a patinar gracias a nosotras”, comenta Gabriela Imbert.
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Con objetivo para el futuro, las integrantes de Roll It Girl destacan su deseo de extender el concepto a una marca de ropa para hacer que el movimiento no solo se escuche sino que se vista. Todas las prendas serán diseñadas o co-diseñadas por las artistas que tienen en la comunidad. Así ayudarán a las artistas poco conocidas. Uno de los proyectos más potentes que tienen en mente es una plataforma con la cual podrán comunicarse entre ellas y poder quedar con las chicas de otras ciudades cuando vayan de vacaciones. “Es básicamente como crear una red social de Roll It Girl", resume Gabriela Imbert.
Tener presencia nacional e internacionalmente es otro de los objetivos de las integrantes de esta comunidad. “En 2025 queremos tener presencia en 50 ciudades a nivel mundial”, señala Imbert, “y que la plataforma crezca a nivel exponencial”. La igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito del skate, y que Roll It Girl llegue a todas las chicas de todos los rincones del mundo, los plantean como principales metas. Esperan que la comunidad crezca y se mantenga de forma económicamente sostenible.
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Vídeo: Roll It Girl Skate day. Fuente: Roll It Girl
Genially: Roll It Girl. Fuente: elaboración propia
Chicas de Roll It Girl. Fuente: @rollitgirl
“El skate nunca ha sido considerado un deporte”, dice Juan Pablo Relloso, “es un estilo de vida”. Se basa en el respeto hacia los demás patinadores, pero no podemos obviar que existen todavía diferencias respecto al género. El skate ha sido siempre una actividad en la que los hombres han destacado por encima de las mujeres. No obstante, gracias al crecimiento del feminismo se están rompiendo ciertas barreras incluso en el mundo del monopatín.
Para promover esta actividad entre las jóvenes hay que tener como referencia a las primeras mujeres skaters. Patty McGee y Ángels Borrel fueron las que abrieron paso a todas las demás. Hay que poner especial atención en ellas para que las skaters sigan su ejemplo de mujeres libres que practicaron el deporte que querían. Las asociaciones como Roll It Girl han sido un buen impulso para las chicas en este ámbito. A través de sus redes y eventos promueven que más mujeres tomen parte en este tipo de entidades, aumentando su participación en el monopatinaje para acabar con la brecha de género todavía existente en esta disciplina.
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¿Quieres saber más sobre el skate? Puedes empezar a aprender por aquí:
Artista: Julia Castillo
Con la colaboración de:
Skaters:
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Iraia Escobar
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Naima Alejandra Arana
